Vamos a Crear es el resultado de las Actividades Culturales entre: los trabajadores del Metro de Caracas, El Concejo de Gestión del Calvario, FUNDARTE, La ONA, Consejos Comunales del Sector Caño Amarillo, El Colectivo Cultural "ARCOÍRIS DEL SUR" y demás Organizaciones Públicas y Comunitarias que hacen vida cultural en estos espacios.

lunes, 29 de noviembre de 2010

ESOS CARAJOS LLAMADOS CANTORES

YO CONOZCO ALGUNOS DE ESOS QUE LLAMAN CANTORES


Conozco a algunos de esos seres que llaman cantores, los conozco porque me tropecé con ellos en la vida y descubrí que ser cantor no es fácil, por eso Alí Primera pasó por todas las etapas de aquéllos cantores que hoy gozan de la reputación de ser mejores que otros, o de cobrar mas que otros, o de no cobrar nunca por lo que hacen.


Se de algunos, que como Charango, casi nunca han cobrado por lo que hacen, pero también sé de otros que cobran demasiado por lo que dejan de hacer y posiblemente lo poco que hacen lo inscriben en nombre de una revolución que les queda al otro lado de la calle, es decir, no creen ni en esta, ni en ninguna otra revolución, de manera que viven de ella como si fueran vendedores de estampitas de algún Santo famoso.


Aunque ser revolucionario y cantor es una cosa aún mas difícil, es bueno recordar que también tenemos muchos buenos cantores revolucionarios que trascienden la miseria humana de los que no creen en la canción como un arma para existir mas allá de la palabra, aunque la voz es el corazón mismo del que canta para luchar por lo que cree.


Al igual que los poetas, los cantores son seres que andan por caminos donde hay muchas sombras, donde no se puede pensar que las ilusiones son esa parte de lo sensible que aflora después de cada cosa que se dice o se canta. Es que ser cantor o cantora es una experiencia inherente a lo humano, a lo que existe en el corazón de quién reza para expresar la poesía de lo posible con la música de lo real.


Es que conozco a algunos cantores que tienen la voz del muchacho que anda de guitarra en guitarra como si fuera el trovador del próximo Enero o de la próxima celebración teñida con cualquier fecha, para encontrar la excusa que le permita cantar la última letra que le inspiraron los momentos de lucha contra cualquier cosa que se llame imperio.


Creo que una de esas personas a las que mas admiro por su constancia, por su creer en esto y ser consecuente con su conciencia, es Alejandrina Reyes. Una mujer nada facil de pensar, nada fácil de comparar con nadie y especialmente una conductora de sus propias experiencias, una obrera de lo mas lindo de la canción y sembradora de árboles como si los árboles fueran las letras que le crecen ante la gente que la admira.



Lo mismo pudiéramos decir de Jesús Mijares, un carajo irreverente y difícil de comprender, pero un cantor que cree en lo que piensa y en lo que hace, algunos creen que ya es un viejo cantor, pero no, Jesús es una voz a la orden del presente, de lo que ahora ocurre. De esto que transcurre a cada momento en un proceso revolucionario que nos necesita con la voz en el punto exacto de la canción.


Y así pudiéramos hablar de muchos amigos cantores que viven en ese pequeño espacio que solo los mejores saben habitar, que solo aquellos que cruzan cada mañana con la guitarra guindando en la espalda del tiempo saben de que color es la próxima canción que le rezarán a la vida.


Hace poco presenciamos un concurso de canto o de canciones organizado por el Concejo Municipal del Municipio Libertador, en ocasión de rendirle un homenaje a Alí Primera, el padre cantor. No me gustó. Creo que todo el que participa en un evento de esa naturaleza, mas que un premio, se merece el reconocimiento de aquél que lo está convocando, por que cantar no es un oficio de lujo, es la expresión de la constancia y la constancia de quién cree que cantar es la vocación de quién sueña y cree en lo posible.



En ese evento, vi y oí cantar a Mijares y a muchos otros y me encantó muchísimo la participación del Grupo Nuestra América del 23 de Enero, creo que ese grupo si no se mereció el premio, se mereció un reconocimiento por ser el mejor grupo revolucionario de voces que se deja oir en este país sin tener la necesidad de compararlo con otros grupos internacionales de mucha fama, ya que nuestro grupo no necesita de comparación porque ellos son buenos sin necesidad de compararlos, además de demostrar que son consecuentes y revolucionarios resteados con este proyecto de país que construimos con el amor y el sabor del pueblo.


Yo conozco a algunos de esos carajos que llaman cantores porque sé que existen y que viven en algún lado de la vida, y a pesar de no ganar nunca un premio, el pueblo los aplaude como si fueran el primer rayo de Sol de cada mañana que nos amanece en la conciencia. Nunca será suficiente un concurso para entender que nuestros cantores no necesitan premios, jamás habrá como un aplauso para entenderlo así...¿verdad señores concejales?

domingo, 28 de noviembre de 2010

LOS TÍTERES TAMBIÉN CUMPLEN AÑOS.

...AUNQUE CUMPLIR 30 AÑOS NO ES SUFICIENTE PARA UN TALLER DE TÍTERES.

Conocí a Elías Carrillo hace poco. Tan poco que casi ni me acuerdo de su rostro, pero a sus muñecos, aunque no los conozco, los recuerdo como si siempre los hubiera conocido, es que los títeres nunca se ponen viejos, especialmente cuando se trata de un taller que pretende cumplir muchos años más.

Un taller que ha crecido entre muchachos y de las manos de muchos muchachos que son estudiantes de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (antiguo Pedagógico de Caracas) y Elías, es el director de ese taller y el consentidor de esos muñecos glotones que comieron golosinas durante esta semana aniversario y que además fueron visitados por los muñecos de esa misma universidad que llegaron de otros estados para la celebración de esos 30 años.

...es verdad, ya han pasado 30 años. 30 años recorriendo la geografía de la risa y la superficie de cada sitio, desde donde los niños son la razón de ser de esa mano mágica que hace del títere un personaje vivo. Alguien que habita en los sueños de esos mismos carajitos que le dan vida al corazón de los adultos cuando los adultos descubren que también ellos fueron niños alguna vez.

Resulta entonces, que Elías nos invitó a picar la torta del Taller de Títeres del IPC y recordamos cuando Felipe Rivas era el director de CANTALICIO de la UCV y recordamos cuando El Chimpete Champata de LUZ cumplían año como la excusa perfecta para que los muñecos hicieran una gran fiesta y pusieran a sus titiriteros a celebrar algo que también les da vida y los hace sentirse importantes personajes que viven en el corazón de todos.

Entonces pensé en tantos titiriteros que han caminado con sus maletas llenas de cuentos y nunca han terminado el viaje de regreso hacia el sitio de donde salieron. Recordé al Viejo Lucho como si fuera él quien estuviera cumpliendo años y recordé las 3000 presentaciones de la Calle de los Fantasmas del Grupo Alpargata.

Y recordé a los titiriteros que participaron en el Congreso Cultural de Cabimas...y a la Cotiza de Maracaibo y al negro Gustavo Martínez, y a Juancito, a Che María y a Henry Daniel (Mayo). Y recordé la vez que salimos para Río Hacha con Queipo, Cepeda, Carmelo Niño, Piña y otros pintores extraordinarios de una generación que dejó su marca en las paredes de la Universidad del Zulia cuando tuvieron sus 15 minutos de revolución en sus corazones.

Es que creo que cada vez que un titiritero cumple años, nos dedicamos a rememorar los momentos más importantes del movimiento titiritero del país, especialmente cuando se trata de los titiriteros de nuestras instituciones universitarias, que se supone son la vanguardia de la cultura infantil en un país joven donde nos queda tiempo para amar lo que hacemos.

El encuentro con Elías fue bien bonito. Tan bonito que hasta nos comprometimos a compartir un pedacito de ese cumpleaños en algunas estaciones del Metro de Caracas, como parte de la semana aniversario, eso nos gustó, y así lo hicimos.


En la estación Gato Negro compartimos el espacio con la UPEL Zulia, en la estación Parque Miranda, UPEL núcleo Charallave y en la estación Zoológico, UPEL Lara. Esta jornada estaba prevista para cerrar el encuentro de talleres de títeres pertenecientes a los diferentes núcleos de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador.

En la Estación Zoológico, más que una presentación, los larenses hicieron de los muñecos un todo donde se confundieron con los niños, como si los niños hubiesen sido el hecho cultural mismo. Los muñecos, grandes muñecos, tan grandes que parecían del tamaño de los árboles y casi tocaban el techo de la estación.

Fue muy lindo ver a esos jóvenes repartir risas y sonrisas como si fueran flores, como si fueran caramelos en una fiesta de cumpleaños sin papelillos y sin serpentinas, pero con mucha alegría venida desde el estado Lara para celebrar los 30 añitos de sus compañeros los títeres de Caracas.

De verdad que el acto del Zoológico, llenó la mañana de esa estación en un largo momento donde todo fue niño, niño y más niño. Lo mismo sucedió en Gato Negro y Parque Miranda donde el rostro del Día cambió para hacer más joven ese domingo bonito con cara de niño que nos estaba sucediendo gracias a los 30 años de los títeres del viejo Elías Carrillo, el titiritero.

martes, 23 de noviembre de 2010

UNA SALA DE LECTURA CON MUCHOS LIBROS DEL TAMAÑO DE LOS NIÑOS.

YO CONOCÍ UN SALÓN DE LECTURA QUE ERA BIEN BONITO...

Caminé por la plaza Bolívar buscando el pequeño salón que indicaba el dibujo que allí era donde iba a terminar de leer el poema de Aquiles Nazoa "El Caballo que Comía Jardines", llegué a la escalera y allí estaba: un salón muy acogedor y lleno de libros y cosas por todos lados, un salón que parecía salido de la magia de un cuento de esos que se cuentan y no se creen.



Era que al Alcalde se le ocurrió convertir el viejo salón de lectura de la plaza Bolívar en un salón dedicado a los mismos carajitos que juegan con las ardillas y palomas que y que hacen de la plaza un lugar para desahogar la presión que genera el encierro en casa.



Es que el salón quedó bien bonito y como para que sirva de encuentro a todos los niños que deseen hacer de él un sitio para jugar, leer, ver cantores y titiriteros. Para ver a los cuentacuentos cantando y contando sus cosas y para que también los muchachos canten y cuenten esas cosas que les ocurre y que se les ocurre.


Yo nunca había visto un salón tan bonito y tan especial, debe ser que nunca a alguien se le ocurrió pensar que por la plaza Bolívar también pasan niños que necesitan que los adultos les dediquen un pedacito de la ciudad que siempre ven desde lejos. Entonces comprendí que el lado bonito de la vida lo pensaron para hacer de este rincón el único lugar dedicado para que los niños crecieran con su ciudad entre sus sueños.


Hay tantas cosas que ver en ese salón, que no creo que haya un carajito que sea capaz de conformarse con pasar cinco minutos en ese paraíso y salirse satisfecho. Es que entre libros y muñecos la excusa para quedarse meditando sobre lo importante que somos cuando la edad nos sorprende conviviendo en medio de un sueño hecho realidad en el mismo momento en que lo soñamos.


Y es verdad, El Salón de Lectura Manuela Saenz, es un lugar magnifico donde se deben estar inventando todas las travesuras que los muchachos son capaces de hacer en esa visita de cada vez, donde el libro será la razón de ser de compartir con otros niños ese maravilloso momento en que hasta los viejos nos sentimos alguien mas que un niño.

jueves, 18 de noviembre de 2010

CORAL DE METRO DE CARACAS, EN LA FERIA DEL LIBRO

MUCHAS VOCES Y MUCHOS LIBROS EN UN PEQUEÑO GRAN ESPACIO.

La voces del Metro de Caracas, se hicieron sentir en una muy bonita tarde del Parque Francisco de Miranda donde todo es libros desde hace casi una semana. Donde todo es un encuentro permanente con los hechos culturales mas notables acontecidos en el marco de La VI Feria Internacional del Libro Venezolano.

El coro del Metro llenó de navidad los espacios feriales contagiando a todos con el entusiasmo típico de aquellos grupos que trascienden el acto mismo, para hacerse parte de un público que en ningún momento los dejó solos en el escenario, ellos también fueron el acto.


Con Milagro López como directora, La coral de Metro la emprendió con una lista de canciones de los mas variados ritmos y autores hasta cerrar con un tema hermosamente arreglado, sobresaliendo de la parte musical, un arreglo estupendo que hizo del público la otra parte del coro como si Simón Bolívar hubiese sido la voz de todos.


De esta forma el Metro de Caracas, consolida su participación en esta Feria, ya que en días anteriores también participaron otros grupos de trabajadores como Caracas a Todo Tren y Los Gaiteros de Metro Bus que son los clásicos representantes de los trabajadores de esta institución en los eventos culturales donde son invitados.


Fue un momento de intercambio muy especial donde público y coro se identificaron con un pequeño espacio de tiempo donde lo importante fue esa comunión que se genera cuando se entiende bien el rol que cada quién juega en los hechos culturales y la Feria ha sido eso, un hecho cultural que se apoya en la lectura como la mejor excusa para hacer que la gente se sienta arte y parte de sus contenidos.

lunes, 15 de noviembre de 2010

ENTRE LIBROS TE VEAS

VI FERIA DEL LIBRO EN PARQUE MIRANDA.

Por sexta vez, los libros venezolanos tienen una excusa para encontrarse con la gente y por sexta vez esa misma excusa nos permite encontrarnos con los amigos que quisiéramos ver mas seguidos, pero, por cosas de la vida, es necesario hacer de la distancia la mas corta necesidad de comprender que este pequeño espacio donde habitamos lo podemos convertir en una sala de lectura donde todo nos quede mas cerca.

El Parque Miranda se convirtió en el escenario del disfrute de este maravilloso encuentro con nuestros libros y sus autores (algunos autores), quienes van a permanecer durante la brevedad del tiempo en unos espacios donde serán manoseados por la mirada curiosa de los lectores que transitan cada stand como si estuvieran en medio de un gran libro abierto a la luz de la vida.


De nuevo, el público se encontrará con la poesía de cada día, con las cosas narradas que a cada momento respira en medio de la calle. Es que el público se hará autor y actor de unos momentos únicos que sólo en un encuentro de libros se pueden vivir. Es que el público es eso, mas que público, es un mundo llamado lectores con nombres propios a la hora de seleccionar la obra que les toque leer.


De nuevo veremos a personas estimulando la lectura desde diferentes puntos de vista y con diferentes técnicas de abordaje, de nuevo veremos la gran sala de niños llena de los mismos sueños que todas las veces, de todos los niños que traen esta maravillosa merienda de cosas por hacer y los libros tienen siempre ese secreto que encanta y esa magia que enamora como si el amor fuera el personaje preferido de esos carajitos que nos llenan de tremenduras nuestro paso por la feria.


De nuevo los libros nos unen en el mismo recital de poesía que el año pasado se quedó a medias y que esperamos completar con los nuevos trabajos de los poetas que nos sumergen en el mundo de las palabras, como si las palabras fueran el pequeño mundo donde habitan nuestras musas cotidianas y la cotidianidad de los detalles.


Y es que suponemos que un festival de libros, es también un encuentro con todo. Un encuentro con esas cosas de andan a nuestro lado sin darnos cuenta y que mas allá del decir, está el lado bonito del recibir estas gratas sorpresas que nos dan las personas cuando se juntan para leer la misma realidad que comparten con los secretos de esas cosas que se dicen en silencio mas allá de la palabra.


Este año no hay sorpresas, las editoriales no tiene cartas bajo la manga, pero creemos que la meta fundamental es hacer crecer el circulo de lectores que cada una tiene resumida en el historial breve de sus ventas.


La Feria comenzó con buen pié. Los verdes del parque se confundieron con el arco iris que produce la lectura de tantas maravillas que se esconden en el corazón de cada lugar de lectura, de cada pagina que se cruza con la mirada acuciosa que investiga el porque de las cosas, es que la feria es algo mas que un lugar de libros, es también un sitio para inventarse amigos y para hacer que los amigos crezcan del tamaño de los árboles en una sola lectura.


Hay mucho que decir de los libros, mucho que comentar de los autores y muchos centimetrajes de pequeños hechos que ocurren en el corto espacio de una gran fiesta donde el invitado de honor es el libro venezolano con todas sus consecuencias, incluyendo el personaje infaltable de todos los años, LA COMPAÑERA LLUVIA.

jueves, 4 de noviembre de 2010

UN PEQUEÑO ENCUENTRO CON CESAR RENGIFO

MAS CERCA DEL PUEBLO QUE DE SÍ MISMO.

En aquél piso 10 del edificio de la biblioteca Central de la U.C.V, en aquélla pequeña oficina del departamento de Arte, conocí a dos hombres que luego marcarían mi vida cultural para siempre, Aquiles Nazoa y César Rengifo. El primero, el poeta de todos, el amigo de todos, el hermano de todos. El segundo era el rostro del hombre de pueblo que nos crece en la vida, el amigo que nos madruga a la hora exacta en que la madrugada se convierte en mañana y se hace un acto mágico donde los colores son la expresión mas hermosa de las manos.



Así conocí a Cesar Rengifo. En un día cualquiera en la cotidianidad de nuestra casa que vencía (en aquélla época) las sombras, en el famoso Curso de Capacitación Teatral, del cual era uno de sus pilares mas importantes.



Allí conocí a muchos de los que hoy siguen siendo sus amigos, esa gente que aún es habitada por la labor cultural de un hombre que les creció en la conciencia, de un hombre necesario que no termina de pasar porque se dispersó entre las multitudes y se hizo multitud mas allá del escenario de su propia obra.



Es que hablar de Cesar no es fácil, se hace necesario hablar de todo y decir de todo para poder entender que de sus manos, no solo surgió la destreza del pincel o la paleta, también sus manos hablaron por medio de la pluma versátil que lo cubrió de los honores mas importantes con que se puede mencionar a un escritor.



Ahora, después de haber transcurridos los 30 años de su siembra, César aún vive entre nosotros y recorremos con él cada acto importante de su largo camino por la vida, dejándonos tocar sus palabras desde este espacio bonito donde siempre lo seguiremos recordando.



En la Casa del Artista, se convocó esta pequeña reunión de amigos donde después de muchos años, volví a ver a aquél Ibraím Guerra de los años sesenta, de los mismos años en que también sobresalía de la actividad teatral otro fenómeno llamando VIMAZOLULEkA, quién venía de la mano del inefable Levy Rossel, esos carajitos que tenían talento para sobrevivir en un mundo lleno de muchos probados hombres que sobresalían a la luz de un público bien exigente.



Esta tarde bonita en la Casa del Artista, se convirtió en una conversadora entre amigos y conocidos encabezados por otro importante de las tablas, Humberto Orsini, aquél Humberto bohemio que cruzó el océano para traerse a Brech en sus valijas de sabedor del teatro rebelde y de conductor de una nueva manera de decir del teatro de su momento.



Esto era un pequeño encuentro con Cesar Rengifo, un inevitable encuentro con el artista que no se conformó con marcharse físicamente, sino que también ahora nos convoca a leerlo y a decir de él lo importante que sigue siendo para esta Venezuela en revolución que crece con sus hombres mas allá de las palabras.



Allí estaban sus amigos de siempre, además de Orsíni y de Ibraim, el viejo Saul Rivas Rivas tenía algo que decir de Cesar, Pedro Riera, quién aún comparte la clandestinidad con Manuelote y el viejo Juan plaza, con su característica parsimonia de hombre de la vida, Sin poder dejar de mencionar a Silvia, ese motorcito que transcurre entre el Rengifo teatro y el poeta Rengifo que se le escurre por las palabras como si fuera una mariposa de todos los días.



Allí estaban todos, o casi todos aquéllos que lo acompañaron alguna vez durante los cinco segundos infinitos de su vida. Esos mismos personajes que hicieron del Triangulo un espacio para construir sueños y hacer de la palabra el sitio exacto de una tertulia interminable que se hizo voz y crónica de un personaje que no podía estar ausente mas nunca.

Oí decir tantas cosas de Rengifo en un espacio de tiempo tan pequeño, que casi me olvido del documental que la noche anterior nos había presentado Juan Plaza en el Centro Simón Bolívar, en una velada al lado de la obra insigne del pintor Rengifo. El Origen de Amalivaca" ese trabajo recién restaurado que los mismos caraqueños no conocen como parte de la ciudad, como espíritu de lo mas importante de la espiritualidad histórica de la Caracas subversiva de siempre.

Aquél modesto acto me pareció un momento especial, en un día donde la lluvia fue mi compañera inevitable, un acto bonito donde se dijeron las mismas flores que Cesar alguna vez pintó para deleite de este breve encuentro donde sus amigos me hicieron su amigo nuevamente.