La tercera jornada del taller de fotografía, fue una preciosa invitación a conocer una enorme casota con unos maravillosos espacios donde la naturaleza es la verdadera reina de los colores y nuestros niños unos asombrados aventureros de la imagen con un cofre de jardines a la disposición de la curiosidad.
Salimos de CAÑO AMARILLO con nuestras cajitas de sorpresa dispuestas a cazar las más insólitas imágenes del día y llegamos a semejante escenario donde un pequeño bosque de flores nos dio la bienvenida como si fuéramos merecedores de aquel inolvidable premio.
Los carajitos se dispersaron por las páginas de aquel cuento de verdes matizado por la luz de aquella mañana traviesa que tentaba a tomar las fotos mas bonitas de aquel campo inmenso lleno de arboles y flores y de muchachitos atrapando las voces del viento que movía las hojas secas por todos lados.
Un conjunto de personas asaltaron la paz silenciosa de aquella casota y el chillido armónico de un pocotón de cuatros retumbó por los corredores de la hacienda y los visitantes recuperamos nuestra necesidad de buscar la razón de ser de nuestra visita.
Recorrimos un trozo de aquellos jardines y un bosque de brazos alzados nos sorprendió como si le imploraran al cielo que tanta belleza formara parte del infinito de la imaginación de nuestros cazadores de imágenes.
Cuerpos tendidos en medio de las hojas secas del inclemente verano sabatino, expresaron las mil formas de moverse al ritmo de un señor que les ordenaba las formas que le deberían dar a sus cuerpos y a su vez formaban una gran masa humana que sería parte de nuestro botín fotográfico del día.
Nuestros muchachos aún no salían del asombro de encontrarse ante esa vieja casa pintada con la acuarela del tiempo y este presente maravilloso de imágenes traídas de la brevedad de los espacios de este paraíso urbano de la locura.
De pronto toda esta maravilla se hizo un detalle en la barriguita de las camaritas de nuestros muchachos y cada uno de ellos se sentía satisfecho por atesorar esa parte de la ciudad que ahora era un juguete en el pequeño álbum de ese sueño llamado LA ESTANCIA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario