Vamos a Crear es el resultado de las Actividades Culturales entre: los trabajadores del Metro de Caracas, El Concejo de Gestión del Calvario, FUNDARTE, La ONA, Consejos Comunales del Sector Caño Amarillo, El Colectivo Cultural "ARCOÍRIS DEL SUR" y demás Organizaciones Públicas y Comunitarias que hacen vida cultural en estos espacios.

lunes, 8 de marzo de 2010

TALLER DE INICIACIÓN FOTOGRAFICA IV JORNADA

EN NUESTRO CUARTO VIAJE DESCUBRIMOS A METRO CABLE

Despues de haber recorrido a Caño Amarillo, al Calvario, Plaza Bolívar y La Estancia, nuestro mágico grupo de cazadores de imagenes nos dirigimos a Parque Central y entre sonrisa y bromas cazamos en nuestras pequeñas cajitas de sorpresas los rojos cajoncitos de Metro Cable que se paseaban entre una torre y otra de la pintorezca colina de San Agustin con sus barriadas con imperfectas casitas dibujadas con todos los colores del arco iris y ese maravilloso baño del Sol de un Sábado bien bonito y de pantalones cortos.


La curiosidad de las camaritas nos acompañaron durante un viaje de miradas laargas como quién trata de capturar edificios desde la distancia que había entre nuestros niños y el infinito de una ciudad que nos sonreía desde lejos.


La curiosidad se hizo dueña de las espectativas de los carajitos y desde todos los angulos del pequeño cajoncito rojo las greñas multicolores de la ciudad se mostraban como una gran alfombra de edificios que se nos rendían a los piés como en una adoración a las alturas.


Las casas parecían salidas de algún cuentos de Orlando Araujo y entonces muchos Vicentes Pata Calientes surgían desde los recovecos de las casas vistas desde arriba y entonces, desde arriba la imaginación de nuestros muchachos lidiaba con las fantasías del amarillento Sol de aquella mañana.


Una enorme Ceiba del tamaño del mundo se metió en el corazón de nuestras cajitas de sorpresa y hasta una escuela sin carajitos entró en la clandestina oscuridad de los colores de aquéllas alturas, el Helicoide fue un punto cardinal de aquél botín fotográfico y hasta las torres de Parque Central formaron parte de aquél maravillos juego de nubes imaginarias que nacieron en este viaje de regreso hacia el país de los caballitos de mar.


Las estaciones del Metro Cable parecían castillos de concreto que eran golpeadas por el viento en un feroz ataque de formas arquitectónicas que quería atrapar al cielo en una sola mirada, mientras tanto, en una cajoncito llamada Amor, viajaban ocho de nuestro pequeños cazadores y otros ocho en otro cajoncito llamado caprichosamente el "angel de las nubes "que quizá lo confundió con un pajarito de papel que se enredó en una torre de chocolate de aquellos juguetes de metal.


Un árbol absolutamente verde cruzó el verano de aquella pequeña colina y nos enterneció la calurosa mañana y los tres cajoncitos rojos donde viajabamos se hicieron complices de la ternura de los verdes de aquél gigante que nos miraba desde abajo para satisfacción de nuestros carajitos.

Cruzamos todo el cerro cabalgando con la magia de la imaginación y corrimos un millon de kilometros tras las guayas de pabilo donde se enredaron los papagayos de los muchachos azules de aquellos barrios nuestros de cada día.


Y como todo llega a su fin, nuestro paseo terminó con un hermoso taller de inciación fotográfico que nos llenó de muchisimos colores y donde un tal Jorge nos explicó como son nuestras cajitas de sorpresas y como se manipulan. Un negrito llamado Ernesto nos guió por una ciudad con forma de multitud donde nuestros muchachos eran mas grandes que los aburridos adultos que nos veían desde todas las esquinas.


El tamañote de Mijares nos sirvió de faro que nos indicaba el limite de lo bonito de nuestros paseos al lado de nuestros padres y de la importancia que tienen las imagenes que llevamos en nuestros morrales como la memoria de una aventura bien bonita que nos inventasmos todos juntos.


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