Desde El Calvario hasta Macuto, los trabajadores e hijos de trabajadores del Metro de Caracas acaban de concluir la primera parte del TALLER DE FOTOGRAFÍA PARA ADULTOS, organizado por la Coordinación de cultura, adscrita a la Gerencia de Relaciones Públicas del Metro de Caracas.
JORGE, MIJARES Y ERNESTO, fueron los encargados de inducir en sus primeros pasos a los tallerístas, quienes cámara en mano se dieron a la tarea de caminar por los espacios visitados para capturar aquellas imágenes magnificas que el ojo de las pequeñas cajitas mágicas lograron digerir para transformarlas en formas coloridas parecidas a la poesía de lo posible.
EL CALVARIO, LA ESTANCIA, EL CASCO HISTÓRICO DE CARACAS Y EL GUARAIRA REPANO fueron los escenarios donde el grupo le impregnó fuerza a la imaginación para hacer de la imagen que los transeúntes miran todos los días, una paisaje capturado para elevarlo a ese pequeño mundo donde los colores son la gran escena donde discurre la cotidianidad.
Esta última sesión se realizó en un apartado lugar del litoral donde en un ambiente de camaradería con olor a mar y sabor al mas incandescente azul de una tarde con pantalones cortos y cocoteros atrapando brisas huidas de la playa para hacer castillos de palabras en cualquier parte de aquel paraíso de espumas.
Maria nos condujo hasta aquél Farallón o Centinela, vaya usted a saber, para concluir un taller que hacía algunas semanas atrás habíamos comenzado en El Calvario y que ahora debíamos terminar a la luz de una parrillada hecha para decirnos cosas mas allá de la fotografía, que nos permitiera saborear también la amistad como una imagen más en este fabuloso tiempo donde todo se confunde con la violencia de lo absurdo como una formula de lo cotidiano.
Jorge hizo un recuento de lo visto y todos los participantes acudieron en defensa de sus trabajos y por primera vez el Taller se convierte en un encuentro para la investigación de lo hecho, para las criticas y para la construcción de unas observaciones fundadas en la razón de encontrar los errores y hacerlos una fuerza mas de la solidaridad y el aprendizaje.
Vimos muchísimas fotos, casi todas con un buen perfil y algo mas como muestra nueva, joven. Vimos cosas muy buenas y analizamos muchos contenidos, desde lo crítico hasta lo hermoso, desde lo estéticamente interesante hasta lo socialmente profundo . Vimos de todo en aquella inmensa carpeta de fotografías donde todos tenían invertido su tiempo y sus esperanzas.
Se evaluó lo bueno y lo mejor, lo necesario y lo indispensable, se dijo que fue un Taller, para aprender a conocer la cámara, pero llegamos a la conclusión que fue un taller para crecer en la amistad y el conocimiento del elemento fotográfico en todas sus parte.
Anteriormente habíamos pasado cinco semanas con los niños y aprendimos de ellos la constancia y la frescura de una amistad tan chiquitica como un enorme grito que se oye mas allá del amazonas hermoso que nos queda al otro lado del orinoco, ahora los adultos, nos enseñaron el valor de la constancia y de la plenitud de la amistad como una buena formula para avanzar hacia lo posible.
Este Taller no concluye aquí, es el inicio de la creación del CLUB DE FOTOGRAFÍA DEL METRO DE CARACAS, , una aspiración de todos aquellos aficionados que hacen vida en las diferentes gerencias de la C.A. Metro de Caracas para beneficio de una actividad que se debe hacer en familia y en dirección hacia el mejoramiento de la calidad de los ratos de esparcimiento.
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