Vamos a Crear es el resultado de las Actividades Culturales entre: los trabajadores del Metro de Caracas, El Concejo de Gestión del Calvario, FUNDARTE, La ONA, Consejos Comunales del Sector Caño Amarillo, El Colectivo Cultural "ARCOÍRIS DEL SUR" y demás Organizaciones Públicas y Comunitarias que hacen vida cultural en estos espacios.

domingo, 25 de julio de 2010

TALLER DE INICIACIÓN FOTOGRÁFICA

LOS ADULTOS TAMBIÉN CAZAN IMÁGENES DE VERDAD VERDAD.

El saloncito de ensayo de la Coordinación de Cultura del Metro de Caracas se llenó de trabajadores y trabajadoras de las diferentes gerencias de la empresa, para dar inicio al esperado SEGUNDO TALLER DE INICIACIÓN FOTOGRÁFICA DIGITAL que es la continuación del anterior taller de iniciación que se les dio a los niños y jóvenes durante cuatro hermosas semanas que a la larga se hicieron una larga aventura que junto a la fotografía vivieron los pequeños caminantes de la ciudad que no vemos, pero que existe a pesar de nosotros.

De manera que Jorge dio oficialmente inicio al taller cámara en mano y con las explicaciones debidas. Mijares, mas allá de cantar, dijo de las cámaras sus técnicas y sus tecnologías, explicó los alcances de los valores fotográficos y al igual que Jorge le dio confianza a los asistentes con respecto al conocimiento del arte de tomar fotografías, en definitiva, los asistentes quedaron confiados con todos esos primeros conocimientos y manos a la obra.

Esta primera aventura se inició en la Estación Caño amarillo rumbo al Calvario, rumbo al remozado Parque Ezequiél Zamora que nos esperaba con sus paisajes abiertos a la curiosidad de los lentes de las pequeñas cámaras digitales.

Entonces cruzamos el viejo viaducto UNIÓN, un pequeño puente de 115 años de edad que une a Paguita con la parte norte del Calvario por la vía de Monte piedad y el Gran Arco de La Federación donde llegamos y le contamos a los talleristas los primeros cuentos de cuando se fundó EL PASEO EL CALVARIO, allí tomamos las primeras fotos de un lugar con una larga trayectoria como escenario de esas y muchísimas fotos mas tomadas por miles de turistas que han pasado por ese lugar.

Luego iniciamos la caminata por las caminerías y recovecos por donde nos quedara un pequeño huequito para tomar una foto, un pequeño espacio que nos sirviera de excusa para que las cámaras capturaran imágenes que luego convertiríamos en muchas sonrisas de satisfacción.

El grupo se dispersaba a veces y otras veces nos unía la necesidad de preguntar y responder cosas, muchas cosas que la curiosidad inquietaba a unos y a otras. Cada quién estaba pendiente de los detalles y de la cadencia de los colores que les obsequiaba la naturaleza en un arrebato de hermosura que cada quién guardaba en su pequeña cajita cazadora de imágenes.

El Taller de fotografía se había convertido en una entusiasmada locura de contacto con todo lo que giraba alrededor de las mentes de cada persona que cámara en mano se creían ya los domadores y domadoras de paisajes. Es que era tan lindo caminar por un parque que era una sorpresa para todos y donde todos tenía la sensación de ser los dueños de las nubes y hasta del viento que cruzaba a Caracas de sur a norte como una canción bonita que se marchaba con el tiempo.

El Café Venezuela fue el gran contenedor del entusiasmo colectivo y hasta allí llegó la primera aventura del primer taller de fotografía para Adultos del Metro de Caracas. Allí cada quién decidió hacer lo que mas le convino y pese a que la mayoría decidió marcharse, un pequeño grupo terminó la caminata en la plaza Bolívar del Calvario y allá nos despedimos de lo que fue una hermosa jornada que ojalá sirva para que en las próximas sesiones del TALLER, los adultos aprendan de los niños lo necesaria que es la fotografía de aventuras.

La idea es que estos talleres sirvan a las personas no solo para el aprendizaje de la fotografía como una cuestión meramente de diversión, sino que también la persona se interese en crecer como ser humano desde un espacio que es tan infinito como si nunca se terminara de contar las cosas que tienes que decir por medio de las imágenes.

sábado, 24 de julio de 2010

DANZAR Y DANZAR EN EL CALVARIO

¡VIVA LA DANZA!

Rememorando la época donde los poetas regaban con poesía las caminerías y jardines del viejo PASEO EL CALVARIO, el ahora PARQUE EL CALVARIO EZEQUIEL ZAMORA, llenó la plaza La Estrella de movimientos hermosos y giros físicos que buscaban las copas de los árboles en una comunión donde las palabras fueron mudas y la plástica del cuerpo voló por sobre las miradas de admiración de todo un público hipnotizado por la calidad de un espectáculo maravilloso que nos hizo niños y adultos en un breve hecho cultural inesperado.

Tomamos el "tranvía" en el Arco de la Federación y en un recorrido multicolor lleno de admiración por el estado en que se encuentra el parque, fuimos recordando lo que fue el pasado de un sitio lleno de todos los verdes posibles con los matices mas espectaculares que la luz le provee a la naturaleza para embellecer cada espacio del recorrido.

Llegamos hasta la plazoleta del reloj donde el Café Venezuela le dio la bienvenida a los visitantes que aún no salían de su asombro por tanta belleza junta. La capilla nuestra Señora de Lourdes forma parte de un paisaje que se ve desde todos los ángulos de una ciudad radioscópica que mira desde lejos lo que tiene en el centro mismo de su corazón urbanos y mundanal.

Cuando el escenario estuvo listo, la magia de una mujer irrumpió con extraordinaria velocidad de unos movimientos intermitentes que la hicieron volar por sobre un aro que colgaba de la imaginación estupenda de una coreografía bien contemporánea que le rindió homenaje a la naturaleza misma que hizo de aquella tarde un escenario para el cuerpo.

Luego, El Grupo Neo Danza hizo del gesto el vocabulario de una rutina estupenda que entusiasmó a todos, como si todo aquello fuera un recuento de una danza comprometida con la poesía del cuerpo de aquellos seres que hicieron del sonido una excusa para mostrar los colores de la imaginación.

También el tango se apropió del espacio y del corazón de la gente y en un acto irrefrenable de compases y bandoneones, surgió la primera pareja de bailarines que nos dejaron ver la calidad de una coreografía surgida de las necesidades de ese frenesí humano que alguna vez llenó las mas importantes paginas del espectáculo mundial, EL TANGO.

El tango llenó otro espacio, otra pareja danzó al ritmo de una tarde preciosa donde los colores hicieron de lo lindo un espacio para el derroche de aquellos movimientos acompasados por el entusiasmo de un público cautivado por la hermosura de una tarde joven salida de cada aplauso merecido a los artistas.

Mudanzas de la UCV, Caracas Roja Laboratorio, Coreoarte y el Ballet Nuevo Mundo formaron parte del encanto de aquél espectáculo que dejó a todos con el sabor del éxito en cada corazón que hizo suyo aquel paisaje cultural que atrajo a tantas personas pendientes del movimiento de cada semana que la cultura tiene como compromiso con el Parque El Calvario.

Los niños fueron los grandes espectadores de este lindo acontecimiento digno del mas envidiable de los escenarios de la Gran Caracas. Un espectáculo merecido por un público que ha sido consecuente con cada presentación semanal y de unas comunidades que pese a sus problemáticas propias de sus sectores, también le han dado respuesta a estos actos.

Este espectáculo resultó ser un homenaje al bailarín y coreografo VICENTE NEBREDA, un caraqueño nacido en 1930, quién formó parte del Ballet Nacional de Cuba y quién se destacó como un bailarín y coreografo de altísima calidad profesional de reconocida fama internacional.

domingo, 18 de julio de 2010

DIA DE LOS NIÑOS

UN DÍA CON LOS CARAJITOS EN EL CALVARIO

Domingo 18 de Julio, un día bien bonito con un Sol cargado con muchísima luz y con muchos niños subiendo por las escalinatas de El Calvario como si fuera que allá arriba se estuviera celebrando una gran fiesta donde los carajitos fueran el centro del mundo, como si hubieran invitado a todos los niños para hacer del Parque una gran feria donde todos los corazones son de colores.

Es que la gente de FUNDARTE invitó a la chiquillerìa a pasar un dìa en la plaza La Estrella jugando a cualquier cosa, incluyendo a Gladys contando esas cosas bonitas que ella cuenta quien sabe cuántas veces todo el día durante todos los dìas.

Se trató de un dia con pantalones cortos de correrías y mas correrías con la fragancia de una mañana donde los libros fueron el obsequio obligado para que los muchachos se familiarizaran con las palabras que también corrieron como si fueran niñas saliendo de las paginas de colores de los libros,

Fue que el verde de los áboles se hizo parte de la poesìa de esas cosas maravillosas que inventan los niños cuando pasan en las bicicletas como si fueran papagallos que se alejan de los gritos interminables que se oyen en la plaza y que quizá se oirán hasta en el fín de la tarde.

Vimos de todo y a todos, mas bien parecía un día de encuentro donde lo casual se hizo SOL y se hizo casualidad, Ñañez (Presidente de FUNDARTE) dejó a un lado al poeta y también se hizo niño los cinco segundos indispensables en que soñó que lo era, mas allá, Carmen Cristina desmenuzó su tarantín de libros como si fueran personajes que descansaran sobre una mesa para dejarse ver con los curiosos que solo preguntaban cosas para guardarse la curiosidad en los bolsillos.

Los títeres no podían faltar, esos pequeños personajes irreverentes que hicieron del día una sonrisa del tamaño de las cosas. También los tambores y el baile que generaron con esos movimientos frenéticos que se escapaban del cuerpo de los pequeños danzarines que apenas les servían para imitar el tamaño de la tarde como expresión de lo incansable del juego cotidiano en que convirtieron la clase de baile.

Es que la cosa fue bien bonita y hasta se llenaron las manos de barro y se hicieron manchas de barro por todas partes, incluyendo los respectivos lunares en los brazos y cara. Y un señor sentado debajo de un toldo jugaba a hacer figuras de papel y de allì sacó muchos pajaritos como si fuera un juego con las manos donde los niños tuvieron que emplear su imaginación para doblar en mil, las partes del papel de donde salían las pequeñas figuritas que el señor que estaba debajo del toldo les enseñó a hacer.

En otro lado de la plaza, unas señoritas vestidas como el arco iris, le pintaban cosas a los niños y niñas en la cara, como si sus caras fueran un cuaderno de dibujo, es que esas caritas entraban sonrientes y salían casi felices de tantos disparates pintados en el rostro de una sonrisa tan dulce como los caramelos de frutas que tenìa el señor de los papeles para chantajear la travesura de los carajitos.

No es la primera vez que vemos tantos niños juntos en El Calvario, pero es la primera vez que alguien se disfraza de niño para escribir sobre las cosas que hicieron los muchachos durante un día que parecía mas largo que la cola de un cometa, es que todo el parque fue tomado por los pequeños personajes que el viejo Lucho invitó alguna vez a que soñaramos desde este lado del juego interminable de los colores.

De manera que el Día del niño se hizo el día de la familia y el día de los juegos y de los juguetes, el día de las carreras y de las travesuras, el día de los caramelos y los dulce y también el día de las canciones que Gladys les murmuró desde el pequeño espacio de donde salen los sonidos y la bulla necesaria para inventar los breves espacios donde retozaban las notas musicales de los cuentos y cantos de los cuentacuentos que se sembraron en la tarde bonita de aquella fiesta

Nosotros estabamos muy contentos con lo que estaba pasando en el parque, aunque no estemos de acuerdo con llamarlo parque, porque El Calvario nunca ha sido ni será un Parque, el calvario es un pequeño mundo diseñado para caminarlo en un día y soñarlo en cinco segundos, es decir, es un PASEO.

Pero no podíamos dejar de mencionar a un personaje que habita desde hace muy poco los espacios de El Calvario, EL TRANVÍA, ese carrito de colores con muchos asiento que nos sube y nos baja con la paciencia de quién lleva la alegría de un lado a otro sin mas queja que la que producen varios carajitos juntos gritando las mismas vainas de todos los días.

Y así terminamos EL DIA DE LOS NIÑOS, sentados tomando chocolate en el Café Venezuela, el sitio obligado para sentarse a comentar de lo bello que quedó El Calvario o de lo cansado que quedaron los muchachos después de pasar un día corriendo detrás de los fantasmas del PARQUE EZEQUIEL ZAMORA en un día de pantalones cortos y mirada de tarde anaranjada.

miércoles, 14 de julio de 2010

EL TÍTERE Y LA MISIÓN CULTURA DE FIGUEROA

LOS TÍTERES SON PEQUEÑOS SERES QUE VIAJAN CON LOS SUEÑOS DE LOS NIÑOS

Hablar de los títeres es como hablar de la poesía recitada por por unos pequeños seres que son casi del tamaño de esos carricitos que ríen y ríen como si fueran ellos mismos un lindo cuento que se cuenta desde las alturas de un pequeño teatrino con forma de muchas canciones.

Es que esos muñecos de papel son incansables viajeros que cruzan el corazón de los niños de un lado a otro como si fueran grillos que dicen y dicen cosas sin cansarse de decirlas, es que esos muñecos son tan particulares que cada uno de ellos son la historia de lo mágico y de lo hermoso en muy pocas palabras...


De manera que en Figueroa, que es una pequeña comunidad del municipio Los salias del Edo Miranda, donde hay una biblioteca tan pequeñita, pero tan pequeñita, que en un libro habitan unos títeres que hicieron de aquél recinto un pequeño cuento del tamaño del SOL. Es que los habitantes de aquella biblioteca se hicieron los habitantes también de la escuela y de la calle larga que conduce a la escuela y de la mirada de los vecinos de la calle larga que conduce a la escuela y de todas las flores que hay en los jardines de las casas de los carajitos que estudian en la escuela


Y entonces resultó que Maria y que Mayerling y que Nieves y que Jorge un día decidieron hacerse cómplices de los títeres que habitan en la biblioteca que queda en la calle larga que conduce a la escuela y se hicieron de cajas mágicas que volaron con el viento como si cruzaran el mundo de un solo suspiro y de un solo suspiro llegaron a una ciudad grandota con muchísima gente y en una gran casa para niños sembraron de títeres en las manos chiquiticas de aquellos pequeños seres que salieron de otro cuento y de otros libros que habitaban los jardines de otras casas y de otras calles largas que conducen a los pequeños cuentos de siempre contar.


Y es que Maria, Mayerling y Nieves hicieron un circulo de niños y durante cinco segundos los enseñaron a fabricar muñecos y llenaron de muñecos el jardín de aquella casa grande donde habitaban los niños y en cinco segundos llenaron de poesía el corazón de aquellos niños y también contaron las cosas que tenían que contar e hicieron del títere un muñeco que hablaba y hablaba hasta que el SOL saliera corriendo como si fuera un carricito mas que se tenía que ir porque ya habían pasado los cinco segundos del tiempo en que la alegría era una cosa de niños.



Es que el viaje con los muñecos hasta Maracay había sido una aventura tan, pero tan hermosa que fue como haber llevado la pequeña biblioteca de Figueroa en el sueño de cada uno de los habitantes de los libros de la calle larga que conduce a la escuela y en Maracay dejaron los cinco segundos de AMOR y de colores que alguna vez hará que el Sol salga por los salones de la casa grande donde se quedaron los títeres que nacieron de las manos de los niños de aquél pequeño cuento que alguna vez contaremos como si fuera si fuera un cuento de verdad verdad.



De manera que Mayerling, Maria, Nieves y Jorge son los cómplices de las cosas lindas que el equipo de la Misión Cultura de Figueroa ha hecho para darle vida al maravilloso mundo de los títeres con el también cómplice del profesor William con su cara de león bravo que no sabe absolutamente nada de violencia.



Así, los sueños se van haciendo realidad mientras el mundo gira alrededor de las palabras edificantes de las cosas que se cuentan mas allá de la verdad.