No se ha podido determinar ni el tamaño ni la forma de esos seres bonitos que surgen de las páginas blancas del tiempo y que se convierten en palabras delante de aquellos niños y adultos que les gusta volar papagayos a la hora de la merienda.
Los cuentacuentos son inventos de ellos mismos que viven sembrando personajes por todas partes y contando cosas y casos que alguna vez alguien contó en los pequeños espacios de los corazones de otros carricitos que ya no son tan carricitos.
Son hombres y mujeres que también fueron niños y también tejieron sueños de chocolate en cada cosa que vieron a través del ojo mágico de los días.
Son hombres y mujeres que también fueron niños y también tejieron sueños de chocolate en cada cosa que vieron a través del ojo mágico de los días.
Es que nunca nadie ha visto a un cuentacuentos contar cuentos por la noche, ellos sacan de sus cajitas de palabras las aventuras de cada aventura que cuentan y tienden a lo largo de cualquier tarde o mañana un mantel de figuritas con voces propias que le crecen en la maravillosa fantasía de los días hermosos en que los niños aprenden el abecedario de los juegos mas bonitos.
Los cuentacuentos tienen una bolsita en cada cosa que dicen que ha veces salen de ella unas canciones tan bonitas que pareciera mas bien que fueran los susurros de los grillos que se alebrestan cada vez que los niños del mundo son felices.
De manera que un cuentacuentos debe ser una persona pequeñita casi del tamaño de los cuentos que cuenta que se hace grandotote cada vez que el SOL se deja crecer los colores de su barba rojiza.
Los hay hembras y los hay varones, hay unos que son muy delgados y otros que son así, como del tamaño del viento. Hay quienes cantan y recitan y los hay que son enteramente inflados como los globos de azúcar que se levantan en la escuela después del recreo.
No hay cuentacuentos tristes, ellos dejaron la tristeza en un pozo donde los deseos se cumplen cuando el tiempo se pone a jugar con los carajitos de todas partes, entonces la tristeza es solamente para aquellos que no saben que el pequeño mundo de los niños es un hermoso cuento que corre por las calle de la vida en busca de alguien que cuente esas cosas lindas que se cuentan después que se levanta la mañana.
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