ALGO MAS ALLÁ DE LOS LIBROS

POESÍA, UNA USUARIA NECESARIA EN LA ESTACIÓN BELLAS ARTES.

Las palabras estuvieron de transito en la estación BELLAS ARTES, los libros fueron la excusa para que la poesía se hiciera usuaria de unos espacios dedicados a la prisa y la incertidumbre urbana de la soledad de los seres.

Las Librerías del Sur y El Metro de Caracas hicieron de esta estación un sitio para encontrarse con la lectura, es decir, invitaron a la gente a leer, pero a leer con la conciencia de la necesidad de hacer de la lectura una actividad cotidiana que nos encuentre con el conocimiento donde quiera que esté.

Pero no fue esta la unica cosa que ocurrió durante tres días en BELLAS ARTES, la palabra cruzó desde el torniquete hasta el infinito de la gente en forma de poesía y se hizo mujer en las letras y la voz de dos damas que hermosearon la angustia de los usuarios del Metro con ese aroma donde lo lindo tiene forma de casual, ARACELIS GARCIA, quien leyó de su poemario PRETEXTOS Y OTROS MALES y ROSANNA MARÍN quien dijo de su libro UN MAS PÁLIDO AZUL.

La primera, dejó caer desde su voz, su inquebrantable condición de mujer, de poeta, de ser vinculado con la memoria de una cotidianidad que habita en su condición de compañera o esposa como ella misma dice. Pertenece a un grupo de poetas surgidos de la necesidad de decir cosas mas allá de las palabras, es que "la Esquina del Callejón" y la escuela de Arte de la U.C.V. han sido la puerta de expresión que la tienen cerca de sus propias palabras.

Con ella ROSANNA MARÍN surge de la voz de las cosas y se deja volar por los espacios de BELLAS ARTES con la ternura fragmentada de una poesía sutíl y azul como todo lo breve. Entonces encanta a los transeuntes y nada se detiene hasta llegar a su próxima estación, desde entonces nada será de otro color.

Aracelis nos dijo cosas como estas:

Rosanna nos llenó la tarde de estas otras cosas:

Y como todo espacio de transito trae consigo las palabras que huyen de la urbe contaminada de eso que llaman stres de lo urbano, entonces, aparecieron los usuarios sin la angustia del tren que parte silencioso hacia cualquier linea y una muchacha y un muchacho salpicaron de poesía la tarde meridiana y anaranjada de un sistema Metro que abunda en gente y camina lentamente al paso de los dia marcados por la PAZ.



De manera que la tarde en Bellas Artes se nos hizo muy pequeña y los espacios del subterraneo se hicieron imposibles de recorrer en un solo suspiro, entonces los libros y nuestras mujeres poetas hicieron las maletas para un próximo encuentro en la estación La Hoyada, donde nuevamente la lectura será una buena excusa para sentir que la poesía está mas cerca de nosotros que el mañana mas inmediato.