Como un mágico encuentro de la gente con los colores de una de las tradiciones mas bonitas de Venezuela, se sucedió la presentación de la Estrellitas de Luis en la estación Mamera del Metro de Caracas como parte de la articulación de esta empresa del estado con las comunidades aledañas a las estaciones del Sistema.
El encanto de una tradición venida de Sanare (Estado Lara), lugar mágico donde nacieron los colores de los Zaragozas y los maravillosos cuentos del legendario Caimán de Sanare, aquél viejito de barbas de tiempo conocedor de todo lo bonito de la vida.
La estación Mamera se hizo poesía y la tradición se convirtió en una danza donde niños y niñas contagiaron de música y color los espacios por donde transita el pueblo de todos los días hacia con su cotidianidad de cada vez.
Los Zaragozas de Luis Silva han sido la expresión de un trabajo para niños y niñas que hacen de la danza una maravillosa forma de contar a Venezuela convirtiendo en gestos las formas de ser de los hombres y mujeres de una patria laboriosa con todas sus regiones vestidas de cultura.
El Antimano patrimonial con su comunidad y esos carajitos de La Vega que nos enseñan que la constancia los hace adultos y los sueños son un compromiso con el que crecen como si fueran árboles multicolores danzando un juego hermoso donde la risa también es una niña.
Y es que los colectivos culturales de Antimano seguirán esta pequeña huella que vuela como mariposa para hacer de esta estación un lugar de todos y para todos.
Esperamos que Bracho y la negrita Carabalí, hagan del compromiso una manera donde todos creceremos hasta alcanzar el color exacto del éxito de esta revolución cultural que nos sembramos en cada cosa que hacemos.
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