La atención cultural que se le ha venido prestando a los niños de los diferentes refugios del área Metropolitana desde que comenzó la crisis generadas por las lluvias, nos dice mucho del gran esfuerzo que hacen las instancias dedicadas al quehacer cultural del país especialmente a las instituciones culturales de la ciudad de Caracas.
Hemos venido haciéndole seguimiento sistemático a los resultados de esas jornadas culturales que a diario hacen las agrupaciones, no solo gubernamentales, también aquéllas organizaciones comunitarias que han aportado su esfuerzo para hacer que la estancia de los niños en estos sitios atomizados de problemas, sea la mejor...(aplausos)
Pero en una gran cantidad de casos, estas actividades solo han servido para recrear a estos niños sin mas resultados que aquellos que están vinculados al hecho inmediatista de distraerlos de una rutina que les resulta lo mas parecido posible a las que realizaban todos los días en el barrio antes de la tragedia.
Son contados los casos donde el abordaje cultural haya obtenido un saldo también cultural que trascienda lo recreativo y deje sembrado en los niños una experiencia permanente y continua que le sirva para profundizar mas en su realidad y en sus fantasías como elementos promotores de la creatividad.
Entendemos lo compleja que es la convivencia en los refugios, entendemos las dificultades que tienen las autoridades para establecer lineamientos que se cumplan con la cabalidad deseada, así como también entendemos que la realidad del refugiado se centra en la problemática cultural que él como ser humano ha tenido toda su vida, desde su nacimiento, pasando por la escuela hasta el día de hoy en que por primera vez el gobierno tiene, no solo una responsabilidad social, también tiene un compromiso político.
Esto quiere decir que la atención cultural que le hemos prestado a esos niños tiene que ver mas con lo asistencial que con lo verdaderamente cultural. Quiere decir también que estas actividades no han sido articuladas y analizadas en su contexto, mas bien han sido el resultado de lo espontaneo, de lo mas inmediato que tenemos para salir de paso.
El mejor ejemplo de lo que decimos lo tenemos en una actividad muy completa que realiza FUNDARTE en los refugios y comunidades que se llama Festival Miguel Vicente "PATACALIENTE". Una actividad que comprende la presentación de títeres, pintura, arcilla, cuentacuentos, canciones, elaboración de papagayos etc, etc.
Muy importante esta actividad, pero se circunscribe únicamente al área de lo recreativo, de manera que la realiza una institución con muy buenas intenciones, pero aislada completamente del problema fundamental que es la atención integral al niño, tenga o no condición de refugiado.
La realidad es que estamos desaprovechando la estancia de los niños en los refugios olvidándonos de que tenemos ahora la posibilidad cierta de prestarle una mejor y mas completa atención si nos hacemos acompañar de la experiencia de lo que no se pudo organizar en el barrio, las soñadas brigadas de promoción cultural cuyo compromiso es hacer de cada refugio una instancia de participación cultural donde la experiencia de Barrio Adentro, Ministerio de la Cultura, las direcciones de cultura de las diferentes universidades, ministerios e institutos autónomos puedan articula armoniosamente en un solo proyecto de promoción donde todos sean importantes.
En Venezuela contamos con profesionales altamente especializados en las diferentes áreas de la cultura, con cultures con un enorme compromiso con el pueblo y demás personalidades de todos los sectores que miraría con buena cara una reunión preparatoria para la discusión de un proyecto salido de todos y donde todos aporten lo mas esencial de una discusión que salvaría estos años de espera de unos niños que pueden ser nuestra gran sorpresa.
Estamos a tiempo para lograr dos cosas importantes de los refugios, la primera es la verdadera organización social de esa pequeña comunidad que tenemos por el momento bajo la orientación del estado de manera directa y la segunda la organización cultural que nos permitiría no solo el desarrollo de actividades culturales dentro del refugio de manera permanente, sino, el intercambio de experiencias que harían de los espacios del refugio un centro generador de manifestaciones culturales.
Se hace necesario entonces, que se retome la mesa técnica de la cultura (se puede llamar como sea) y se piense que el estado tardará mas o menos dos años en construir las viviendas que ellos necesitan para salir del problema, ese es el tiempo necesario para formar una generación de niños que serán las figuras de relevo que necesitamos para consolidar la revolución cultural que tanta falta nos hace definir.
En este intento por hacer de la cultura una acción colectiva donde nadie sea mas protagonista que el otro, radica el éxito de un proyecto donde todos debemos ser importantes. Entonces, las instituciones serán las intermediarias entre la acción cultural de todos en una promoción masiva de una revolución cultural.
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